Muchachos de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) , de le escuela preclínica Victoria de Girón y del equipo de criquet de la Asociación Caribeña de Cuba (ACC) fueron los contendientes del encuentro al que estuvieron invitados a asistir los integrantes del Cuerpo Diplomático del área caribeña acreditados en Cuba.
Estos grupos han sido protagonistas de diversos enfrentamientos, en los que los de la ELAM han tenido mejor desempeño, en tanto los de la Asociación Caribeña de Cuba despliegan su empuje por desarrollarse y alcanzar lugares cimeros en las competencias regulares de este deporte en el país.
Víctor Hayden Stewart, que tiende deportes en la Junta Directiva de la ACC, pronunció las palabras inaugurales del tope.
Refirió que, al cercarse un nuevo aniversario del estrechamiento e las relaciones Cuba-CARICOM, el número 39, se posibilitan los intercambios y un mayor compromiso para trabajar por el rescate de las más ricas y autóctonas tradiciones de los pueblos del Caribe, en lo cual se emplea a fondo la ACC.
En lo anterior, dijo, se inscribe el rescatar el Cricket, uno de los juegos más representativos del Caribe anglófono, y conocer con amplitud sus orígenes en Cuba y el alcance que puede tener entre los deportes que ocupan el rango olímpico.
Señaló que este tope amistoso contribuye a la amistad y solidaridad entre nuestros pueblos la cual se consolida cada vez más.
Presentes estaban, además, Maria Rollok, presidenta de la ACC, Lidia Vaillant, de la Junta Directiva de la propia Asociación, Joaquín Laike, funcionario del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), entre otros.
SÍNTESIS DE UNA PRESENCIA EN CUBA
En las primeras decenas del siglo XX, con el arribo a Cuba de las inmigraciones procedentes de Jamaica, Haití, Barbados y otros lugares del área caribeña, se insertaron en este país cultura y tradiciones traídas por las familias que arribaron.
Junto a las viviendas, iglesias y otros lugres que conformaron sus sitios de asentamientos, los inmigrantes establecieron también sus áreas de entretenimiento, juegos y deportes.
Así estuvieron, especialmente, los lugares para jugar el Criket, a los cuales acudían los amantes de este deporte acompañados por sus familiares.
Allí se cantaba y danzaba al compás de la música preferida, además de disfrutar de platos típicos de sus países.
Un barbadense, Leonard Ceon Ford, fue el que poco después de su llegada al país creó en 1938, junto a varios de sus coterráneos, fundaron los primeros clubes de Cricket, primero en Banes, Holguín, y luego multiplicados en Guantánamo, Manatí, Baraguá y La habana.
Ceon Ford se convirtió en el Secretario Ejecutivo de este movimiento que promovió los topes regionales, nacionales y luego internacionales entre los años de 1940 y 1950, época considerada la más floreciente de este deporte en Cuba.
Jugadores profesionales de Jamaica fueron los primeros en venir y jugar en la Isla, siendo Guantánamo el territorio pionero como anfitrión.
Leonard Ford, hija de Ceon Ford, recibió de su padre el legado de este deporte en el país, y desarrolla una labor incansable por el rescate y mantenimiento de los topes del Cricket, perteneciente la Federación de las Américas.
